La intención: Realizar un acto público, ir ordenadamente de un lugar a otro las personas que nos pudiéramos reunir con el fin de evadirnos de la escenificación del sufrimiento que por esos días nos encontramos en plena calle, y para todos los públicos. Notable fin exento de solemnidad y religiosidad que fue prohibido por la Delegación del Gobierno y posteriormente ratificado por el TSJM (Tribunal Superior de Justicia de Madrid). Lo que constituye un recorte en el derecho elemental de manifestación y expresión.
Los argumentos esgrimidos por la Delegación son once: 1.- El lugar de la procesión "curiosamente" presenta nombres relacionados con la simbología católica.2.- El día elegido: Jueves Santo.3.- La hora coincide con las procesiones católicas.4.- La denominación de los pasos de la marcha.5.- Discurre por una zona con múltiples parroquias.6.- La convocatoria, carteles y declaraciones de los organizadores.7.- Coincide con procesiones católicas de recorridos "conocidos desde hace años".8.- Presencia de grupos antagónicos y radicales.9.- Gran afluencia de público y necesidad de proteger la imagen turística de Madrid.10.- Enclave de alto valor histórico-artístico.11.- Policía, Ayuntamiento, Abogacía del Estado y Delegación coinciden en que no debe llevarse a cabo.
Estos argumentos, falsos y supeditados al clero, definen la situación de recortes de libertades, el poder de la ICAR (Iglesia Católica Apostólica y Romana) que en la actualidad se va pareciendo a la Edad Media, no es ironía. La Iglesia sí puede manifestarse cuando lo cree conveniente sin necesidad de autorización gubernamental. Pretende apropiarse del calendario. Tiene casi en su poder la educación, la sanidad y la caridad. Si no lo impedimos, el “casi” pasará a ser “todo”.
Con ser grave, no es lo único, tres querellas amenazan a los compañeros injustamente acusados de… genocidio. Los inquisidores no se manchaban de sangre, para eso tenían el brazo secular.
Gobierno, Justicia, Ayuntamiento y Comunidad unidos con el clero, con su jefe a la cabeza, hasta el mismo Ratzinger se ha referido a España como un lugar en el que hay indiferencia, profanación, hostilidad y denigración de la fe.
Para que no se recorten las conquistas ganadas con mucho esfuerzo y un alto precio, te convocamos a la:
Manifestación viernes 13 de mayo a las 20.30 en la calle Santa Isabel, 21 hasta la Plaza de Lavapies.
Los derechos no se conceden ¡Se conquistan!
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